top of page
Buscar

La conexión entre la autoestima y la generación de dinero

Detrás de cada decisión financiera hay una percepción más profunda: la forma en que nos valoramos a nosotros mismos. Nuestra autoestima influye tanto en cómo administramos lo que tenemos, como en nuestra capacidad de generar más recursos.


ree

En muchos casos, la forma en que las personas generan ingresos está profundamente ligada a su autopercepción. Cuando la autoestima es frágil, podemos llegar a conformarnos con menos de lo que realmente podríamos alcanzar, o si pensamos que “no merecemos más”, nuestras decisiones económicas podrían estar reflejando esa creencia de forma negativa. Aceptar un sueldo sin cuestionar si es justo o correspondiente a nuestro valor, evitar pedir un incremento aunque tengamos argumentos sólidos, postergar cobrar o cobrar menos por el servicio o producto que estamos ofreciendo o dudar ofrecerlo por miedo a que nadie lo pague, son ejemplos de formas en las que podemos estar bloqueando o limitando nuestro potencial para generar dinero.


Lo mismo ocurre con el ahorro, el gasto y la inversión. Una baja autoestima pudiera llevarnos a gastar de manera impulsiva para compensar inseguridades, o a privarnos de experiencias valiosas porque sentimos que no las merecemos. Del mismo modo, podría reflejarse en la incapacidad de sostener un hábito de ahorro consistente, porque no nos percibimos capaces de construir estabilidad a futuro. En cuanto a la forma en que invertimos el dinero, la inseguridad podría derivar en dos extremos, evitar toda oportunidad de inversión por miedo a equivocarse, o lanzarse a decisiones riesgosas buscando validar su valor personal a través de resultados rápidos.


Por el contrario, cuando la autoestima está fortalecida, el dinero se convierte en una herramienta alineada con nuestras metas y al valor que ofrecemos y recibimos. Dejamos de sabotearnos con gastos impulsivos o con la inacción, y comenzamos a actuar desde la confianza y la claridad. Una autoestima más fuerte se refleja en la seguridad para negociar sueldos y aumentos, explorar nuevas oportunidades profesionales o atrevernos a cobrar por lo que realmente valen nuestros servicios o productos, siendo constantes con nuestros objetivos financieros y personales.



3 ejercicios para fortalecer tu autoestima financiera


  1. Define tu valor profesional: Haz una lista de tus logros y habilidades que aportan valor en tu trabajo o negocio. Léela antes de preparar una negociación, ya sea un aumento de sueldo o una propuesta comercial. Recordarte lo que vales cambia la postura con la que entras a la conversación.

  2. Reformula tu diálogo interno con el dinero: Escribe la primera frase que te viene a la mente al pensar en “ganar más dinero”. Después, cámbiala por una afirmación positiva que refleje tu merecimiento: “Estoy preparada para generar más ingresos con lo que sé hacer”. Repetir este ejercicio diariamente puede fortalecer la asociación entre autoestima y generación de ingresos.

  3. Actúa en pequeño, piensa en grande: Escoge una acción concreta que hayas postergado por falta de confianza (pedir una reunión para negociar, cotizar un proyecto, ofertar un servicio o producto, etc.). Llevala a cabo esta semana. La acción, aunque sea pequeña, rompe la inercia y refuerza tu autoestima financiera.


La gestión del dinero empieza en cómo nos vemos frente al espejo. La autoestima es el terreno donde crece nuestra capacidad de ahorrar, gastar con propósito y, sobre todo, generar nuevas oportunidades económicas.


 
 
bottom of page